Muchas personas no creen que Dios tenga el control de sus vidas. Piensan que son los capitanes de su propio barco y que realmente no necesitan a Dios. Otros creen que Dios podría existir pero que no está involucrado activamente en sus asuntos personales o en los asuntos del mundo. Es una forma sutil de deísmo— la creencia de que Dios le dio cuerda al reloj y luego lo dejó hasta que se le acabó la cuerda. Según este punto de vista, Dios comenzó el proceso cuando creó el mundo, pero ahora simplemente permite que las cosas sucedan naturalmente sin ninguna guía o influencia.Las Escrituras, por otro lado, nos dicen que Dios, el Creador, está activamente involucrado en toda su Creación. Pablo dijo: “porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él” (Colosenses 1:16). Confiar en la providencia o soberanía de Dios nos da la victoria en la vida cristiana.Durante los períodos en que mi vida parecía fortuita y fuera de control, aprendí a apoyarme mucho en la soberanía de Dios. Recuerdo las semanas visitando a mi esposa en el hospital cuando me sentía confundido y frustrado. Mi único refugio era Dios y el conocimiento de que Él estaba en control de todas las cosas. El control soberano de Dios me ha dado confianza y victoria para creer que Él conoce el camino y que puedo confiar en Él.

Please note: This audiobook is in Spanish.