De forma totalmente arbitraria, ciframos en tres grandes temas lo que ocurrió en la política boliviana durante el 2022 y solo en dos los asuntos que  en Chile fueron más relevantes. Para lograrlo, incluso citamos la vieja e inolvidable película Reds (1981) que protagonizó y dirigió Warren Beatty.

Feliz Navidad y un gran 2023 para todas y todos nuestros fieles auditores.

Nos vemos el próximo año.

Tratamos de explicar con chuis el acuerdo constitucional al que llegaron las fuerzas políticas de todo el espectro democrático en Chile. Es un documento muy alambicado, pero entre un buen pleito y un mal acuerdo ya sabemos  qué es mejor. Sin duda, las diversas instancias y etapas que atravesará el proceso en los próximos meses lo hacen difícil de entender a ojos de muchas y muchos, pero la democracia nos obliga a hacer ese esfuerzo y a tragar todos los sapos que sean necesarios, aún si los batracios están vivos. Cuando se pierde hay que asumir la derrota y mirar al futuro.

Con tanta explicación tuvimos poco tiempo para hablar de Bolivia, pero claramente las declaraciones destempladas de algunos militares llamaron nuestra atención, siempre en el entendido de que, en democracia, las Fuerzas Armadas no deliberan. Prometemos más de ese país para la próxima.

Pasen y escuchen. 

Analizamos (tarde, como debe ser) el fallo de la Corte de La Haya sobre el Silala. En resumen, lo que decimos es que debemos verlo como un momento fundacional: se terminan los conflictos jurídicos que marcaron la relación en los últimos 15 años.

De ambos países depende como será la etapa que se inicia. Cierto que para unos esto es una derrota y para otros una victoria, pero es nuestro deber evitar la cantinela nacionalista para abrir nuevas posibilidades, claro está, siempre que recuperemos la confianza mutua. ¿Habrá magnanimidad en los vencedores y realismo en los vencidos? Solo el tiempo lo dirá.